A.
Ella era todas las flores que crecían en jardines áridos.
Ella sonaba
y reía, en cualquier estación del año.
Ella pintaba de colores todas las mañanas
con su café.
Ella es luz
y paz,
besos en la frente
y un terremoto.
Ella incendiaba los pasillos,
enternecía miradas,
era la ruta
y los pasos.
Todo su amor
no se mide
se siente
y ya no podremos quebrarnos en más pedazos.
Te quiero sin remedio
y sin cesar
a pesar de que tu puerta se haya cerrado por última vez.
Efectivamente su amor se sentía y la seguiremos queriendo siempre. Hermoso poema. Felicidades Thais Rivero. Descanse en paz Amparo a la que nunca olvidaremos
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